Mirada ausente, en presencias imaginarias….
Ojos tristes y vagos.
Su exótico tic, era la bandera de su locura…
Por doquiera donde andaban sus pasos dejaba huella.
Estelas de una vida perdida…
Su itinerar por las calles, estaba marcado por la rareza,
de los montículos de papelitos que dejaba a tras su andar.
Varias historias de vida, agigantadas,
por la dureza y la alienación de su días…
Sus manos de tijera daban forma de cintas,
de papel picado a tozos….de palomitas,
a los periódicos que pedía para evadirse de su realidad.
Su arte callejero ya es historia.
Así era el loco picapapeltios,
también llamado el loco papelitos.
La marañas de su alma, entretejían montañas..
Como embrollos tenia en su mente…
Perdido en los recovecos de su ser…
Tirado en las callejuelas, así lo recuerdo, andar lento..
Su paisaje de vida enarbolaba la irracionalidad de su arte urbano..
Fue y será un paisaje la ciudad burzaquense.
Papelitos, me parece verte caminar por mi viejo barrio … como antaño..
¿Quien dijo que los locos no son añorados, también?